La educación escolar de hoy favorece a las niñas y no a los niños, según controvertidos estudios.
Lean in: Women, work, and the will to lead, libro publicado recientemente por la chief operating officer de Facebook, Sheryl Sandberg, ha traído nuevamente a discusión los retos que tienen que superar las mujeres a fin de lograr un exitoso desarrollo profesional.
El libro parte del supuesto de que aún las mujeres son el sexo socialmente desfavorecido en casi todos los ámbitos. Sin embargo, ya desde el 2000, un artículo de la revista The Atlantic cuestiona esa premisa. Hay indicios para concluir que es el hombre el sexo débil, al menos en el ámbito académico, ya que el sistema educativo favorece a las mujeres y discrimina a los hombres, como señalan diferentes estudios.
Cuestión de dos
En el libro La masculinidad robada, publicado en el 2011, la docente española María Calvo afirma que desde la segunda mitad del siglo XX los cambios en la sociedad han favorecido –especialmente en la educación temprana– a las mujeres en desmedro de los hombres, y no se han traducido en un equilibrio para ambos sexos.
El artículo de The Atlantic titulado The war against boys afirmaba desde antes que es una mala época para ser niño en Estados Unidos. Son ellos quienes, a pesar de la creencia contraria, están al lado débil de la brecha de educación, al reflejar que son tres veces más propensos a ser diagnosticados con déficit de atención causado por una hiperactividad, por ejemplo. La mayoría de los problemas de aprendizaje o de disciplina que se presentan en los grados de primaria suelen ser de hombres. “Eso sería una respuesta a que las características de exigencia escolar son más afines a las mujeres que los hombres”, indica León Trahtemberg, especialista peruano en educación.
Calvo coloca como ejemplo el hecho de que, en el ámbito educativo, la competitividad ha sido sustituida por la colaboración; la valentía o asunción de riesgos se considera temeridad e imprudencia; “y se cree que la introspección y falta de expresividad emocional típica masculina oculta la existencia de algún problema psíquico o trauma infantil que convendría liberar”.
La especialista cita un estudio de la Universidad de Vermont de 1997, que concluye que los niños a igual edad son más impulsivos e inquietos que las niñas, menos ordenados, se concentran menos, son agresivos, entre otras características. “El suyo es un mundo de acción, exploración, movimiento y objetos. Pero en la escuela le piden que se siente quieto, callado, que escuche, que no moleste y que ponga atención a las ideas, todo lo cual son cosas que su cerebro y cuerpo le piden no hacer”, indica la especialista en su libro.
El secreto está en el cerebro
Alberto Fernández, neurofisiólogo y psiquiatra, explica que el cerebro de los varones y de las mujeres es físicamente diferente el uno del otro, y esto se refleja en las conductas de los individuos. Las funciones del cerebro están distribuidas en el hemisferio izquierdo (practicidad) y en el derecho (creatividad). Lo que une ambos hemisferios –pues uno no puede ser absolutamente práctico, ni tampoco absolutamente creativo– es el cuerpo calloso. Éste permite integrar y procesar la información, y expresarla en una conducta. “Está demostrado que el cuerpo calloso es más grande en las mujeres [que en los varones]”, explica Fernández.
Según Calvo, la conexión entre ambos hemisferios les permite a las mujeres compensar deficiencias y sustituir la problemática que presenta uno de los hemisferios. “Esto convierte a los varones en los principales candidatos a sufrir trastornos relativos al aprendizaje y al lenguaje, como tartamudeo, dislexia, autismo, déficit de atención o hiperactividad”, afirma la especialista. El hecho de que sólo un grupo reducido de docentes sepa esto dificulta el tratamiento adecuado para la educación de niños y, por el contrario, dificulta la solución del problema.
Cifras peruanas
El mejor desempeño de las mujeres en comparación con los hombres en el ámbito académico se refleja en el Perú también. En el 2012 fueron más alumnos varones que ingresaron y egresaron de las principales universidades del país. Sin embargo, son las mujeres quienes se gradúan con más honores. De esta forma, de los graduados con honores en la Universidad de Lima en los dos últimos años, 65% fueron mujeres. En la Universidad del Pacífico, de los alumnos graduados con honores en el 2012, 62% fueron mujeres. En la Pontificia Universidad Católica del Perú, fue también mayor el porcentaje de mujeres en egresar en el tercio superior.
En Estados Unidos ya entran más mujeres que hombres a las universidades.
Tal como soy
Y aunque las mujeres son las que destacan más en colegios y universidades actualmente, los altos cargos ejecutivos siguen casi copados en su totalidad por hombres. No obstante, Calvo señala que el sector público y privado se inclina por líderes con dotes típicamente femeninos, como la capacidad de resolución pacífica de conflictos, inteligencia emocional, colaboración y empatía. De manera que este sistema educativo feminizado podría estar cerrando –a futuro, al menos– oportunidades laborales a los hombres por la vía de frustrarlos académicamente, en lugar de abrir oportunidades verdaderamente igualitarias para las mujeres.
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