Usando pocos recursos y mucha imaginación, el profesor de Huaraz Juan Cadillo León ha demostrado que sí es posible motivar la enseñanza de la ciencia y tecnología en clases divertidas en las que se emplean nuevos métodos de instrucción escolar.
Cadillo, que en los años 2010 y 2011 fue merecedor del Premio Internacional de la Fundación Telefónica por su creatividad en el campo de la educación, domina el método como "Realidad Aumentada". Esto consiste en el uso de una cámara web que combina elementos reales y virtuales, con lo que se consigue una interacción única.
“Usar una metodología interactiva genera el interés del niño, es decir, se usa la tecnología como un juego. Esto cautiva el interés del alumno por mucho tiempo, no solo cinco minutos, se puede ir más allá de una clase”, comenta el profesor a la agencia Andina.
El docente de 40 años enseña actualmente en el colegio Jesús Nazareno de Huaraz a unos 100 alumnos, los que, gracias a su creatividad, han demostrado interés en las materias que dicta. Ha recibido propuestas para trabajar en el extranjero, pero las rechazó todas por quedarse en el Perú.
Entre los proyectos que trabajan en clase está la robótica, hecho a base de piezas de lego y que obedecen con control de la voz. Los alumnos también han hecho visitas a distintos lugares mediante videos, lo que se conoce como realidad virtual; y han recibido clases en pizarras electrónicas, que aumentan el dinamismo en el aula.
En el año 2012 el profesor participó en el Encuentro Internacional de Educación de la Fundación Telefónica, realizado en España, donde pudo compartir sus experiencias con otros profesionales innovadores de diferentes países.
Durante la presentación de su metodología de trabajo realizada hoy en el auditorio de la Fundación Telefónica, Cadillo recomendó a los profesores peruanos no perder nunca su imaginación ni sus ganas de crear.
“Si bien los profesores seguimos un guión, que es la currícula, no podemos dejar morir nuestra creatividad. Los niños no pueden ser solo maquinas de memorizar, tienen que mantener su capacidad de soñar”, señaló el profesor.